El reloj marca una hora más sin ti,
no sé cuántas más podré aguantar con esta soledad,
en la que te extraño más y más.
Ya no miro tu foto,
porque frente a ti me siento como una ilusa
al creer todo lo que decías.
Sólo resuenan en mí,
aquellas palabras de amor eterno
que me juraste en cierta ocasión.
Ya no espero sentada frente al teléfono
para escuchar tu voz.
Hasta él se quedó sin voz
desde que tú no estás.
Por fin comprendí lo tonta que fui
al pensar al pensar que esa ilusión
se haría realidad.
Pero ya todo eso se ACABÓ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario